viernes, 12 de noviembre de 2010

¿Juguetes por sangre? | Últimas Noticias

En el año 2002 formé parte de una organización social denominada Clase Media en Positivo, liderada por Titina Azuaje. Nuestra actividad fundacional de entonces fue restablecer el clima navideño, prohibido de manera expresa por sectores de oposición que clamaban por impedir cualquier tipo de celebración "hasta que se fuera Chávez".
Nos desplegamos por todo el país con una hermosa causa: llevar una sonrisa en Navidad a los niños y niñas de los sectores más humildes y rescatar la esencia del advenimiento del Señor al mundo: la búsqueda de la paz. Logramos obtener como entrada en un evento masivo del Poliedro más de quince mil juguetes y los repartimos la víspera llenos de satisfacción. Hoy la Alcaldía de El Hatillo le eleva una invitación al municipio con el mismo pretendido propósito. La diferencia es que en este caso pareciera que el fin justifica los medios, a la usanza maquiavélica. Una "Gran Corrida de Toros" es el señuelo.
Se trata de un espectáculo dantesco que aún hoy sobrevive en una sociedad asediada por la violencia y la destrucción del medio ambiente, en el cual una bestia inocente es reducida hasta la muerte en el medio de una plaza por un ser humano, que se erige como el símbolo perfecto del poco respeto de la especie "superior" a toda forma de vida, mientras cientos gritan exaltados para que el bovino sangrante se desvanezca en la arena. El animal instintivamente busca confundido -después de haber estado confinado por varios días sin alimento y sin agua- embestir un trapo rojo, para recibir tras cada intento una estocada en el lomo que le hará morir ahogado en su propia sangre.
¡La célebre Fiesta Brava me hace sentir como la más cobarde de las especies con vida en este planeta! Matar por placer o diversión, y no por necesidad a cualquier ser con vida, sólo nos hace cómplices de la violencia que tanto criticamos.
Es por eso que hoy elevo a la alcaldesa de El Hatillo una reflexión para que les dejemos a nuestros niños algo más que un objeto plástico en sus manitos. Vamos a dejarles sembrada en el corazón la conciencia inajenable que tienen de defender al mundo de la violencia y la destrucción, que nosotros irresponsablemente les estamos heredando.
Defensora del Pueblo / gramirez@defensoria.gob.ve

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