miércoles, 11 de agosto de 2010

Tihany dejó a una rusa y sus 60 animales en Vargas


11/08/10.- Svetlana Shamsheeva tiene ojos de pez espada. Son de color azul turquesa y brillan como los del dragón que cuida los tesoros del Nilo. Mueve lentamente su cuerpo, con suavidad etérea, como si flotara en el aire y cada partícula le perteneciera. Pareciera sostenida por unos brazos invisibles. “Es el cansancio, la angustia que me produce todo esto. Ya quisiera irme con mis animales, los seres que me permiten vivir”.

La ex trabajadora del famoso circo Tihany, abandonada a su suerte en un país que no conoce, dice haber sido agredida y vejada por el gerente del espectáculo: el “mago” Ricardo Massone, “un prestidigitador de quinta categoría, de esos que anidan celos profesionales, capaz de cualquier cosa”, señala y agrega: “afortunadamente la Asociación Pro-Defensa de los Animales en Venezuela se ha encargado de mis problemas, pero yo estoy desesperada y quiero ir lo más pronto posible, quiero ir, quiero ir…”

Svetlana nació en Rusia y su presencia se ha sentido en los circos más importantes del mundo, porque su “show” es realmente distinto. Tiene el “don” de hablar con los animales y su empatía con ellos le ha permitido amaestrarlos. Su espectáculo le permite, casi siempre, estar en primera fila. Es una de las estrellas, pero en el Tihany, que actualmente se presenta con toda pompa en Puerto Ordaz, no lo creyeron así. El nuevo dueño del fastuoso circo, simplemente la echó. La agredió y la empresa contratante, Evenpro, tuvo que correr con los gastos y prometió asistirla mientras resolvía la situación. La enviarían a México, con sus 60 animales, entre los que se encuentran 15 perros, 15 gatos y 30 palomas.

“En febrero uno de mis perros atacó, sin querer, a alguien que se introdujo en la zona donde ellos descansan. Yo quise impedir y el perro me mordió. No hubo culpa, pero yo tuve que ser atendida y tomar descanso. Yo tenía dos ayudantes, pero a los dos el gerente botó. Tampoco quiso pagar y dijo que yo debía salir. Él era un tipo raro. Odiaba mis perros y a mí. Él lanzó un ventilador contra mí y golpeó en la cabeza. Yo lo denuncié, pero al final nada pasó”.

POSIBLE SALIDA

En abril el circo se fue de Caracas. Svetlana quedó varada, pero en ese entonces se dio un encuentro entre representantes de la base aérea donde se hallaba el circo, Aproa, los abogados de Evenpro y la artista. Allí se acordó el traslado de los animales y su dueña a un terreno de Tanaguarena, en el estado Vargas. De eso hace ya tres meses. El dueño del terreno manifiesta su molestia, porque al parecer no le cancelan lo acordado. Evenpro, en ese momento, se comprometió, ante los organismos públicos y Aproa, a atender a la artista y a sus mascotas. De eso hace ya tres meses.

“Svetlana ya no tiene de dónde sacar dinero para mantenerse ella y dar de comer a sus animales. Allí es donde nosotros intervenimos, porque al igual que ella, velamos por los derechos de las especies”.

Cristina Camilloni, directora de Aproa, se ha convertido en el lazarillo de Svetlana. Apasionada por los animales como ella. En el medio todos la conocen y saben de su labor en pro de los animales. “Es una guerrera”, comentan algunos diputados que tuvieron que enfrentarla, a propósito de la Ley de Protección a los Animales. Por ahora, sus esfuerzos están centrados en la defensa de Svetlana y de las 60 especies a su cuidado.

—¿Cuál es la situación actual de Svetlana?

—La peor. El pasado 19 de julio estuvo la Defensoría del Pueblo del estado Vargas visitando a Svetlana para constatar el estado en que se encuentra. Ellos han sido muy diligentes, pero poco pueden hacer. La empresa Evenpro ofreció enviarla en barco, a ella y a sus animales a Miami, pero ella se niega, porque alega que su destino debe ser México, como le fue prometido por Evenpro. Es una incertidumbre.

Comenta Camilloni que Svetlana ya no tiene dinero con qué mantenerse. Aproa la asiste con la atención a los perros, gatos y palomas que habitan los dos tráiler. La empresa cambió las señas, “porque se había acordado el viaje a México y ahora salen con Miami. Igualmente, Svetlana quedará sin trabajo por mucho tiempo, “porque las contrataciones en los circos se hacen a principios y mitad de año. Ya el contrato en México lo perdió, pero allí ella puede moverse con sus animales.”

Se sabe que las palomas quedarían en cuarentena y es probable que los perros también, pero ella teme lo peor, porque nadie ofrece reales garantías; para ella esas especies son su vida. Según Camilloni, Evenpro tiene en sus manos la suerte de la rusa.

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Los animales sufren las consecuencias

El caso de Svetlana Shamsheeva es realmente triste, pero mucho más el de sus animales, que a la postre han de sufrir las consecuencias. Cristina Camilloni, presidenta de Aproa, se preocupó por las especies desde el mismo momento en que supo del abandono de la artista rusa y sus animales. Son 70 animales que tienen derecho a la vida, pero al parecer poco importa a muchos esta situación, al fin y al cabo, se trata de animales.

En la historia de los circos, abandonar animales pareciera ser una constante. En junio de este mismo año, en la ciudad de Córdoba, un circo tan popular como el Tihany abandonó 12 tigres 2 osos y 3 leones. El asunto es que los dueños del circo “ya no querían tenerlos cautivos para exhibirlos en las funciones y los dejaron solos en una ruta cordobesa”. Se explica en la nota, publicada en La Razón, que los dueños del circo se pelearon y decidieron disolver la sociedad que los unía, dejando a los animales abandonados tras la última función. Desde junio los animales están a cargo de la Protectora de Animales de Bell Ville, Córdoba, donde intentan encontrarles un lugar en dependencias oficiales. 12 tigres, 3 leones, 2 osos y el mono chimpancé del Circo Australiano todavía permanecen en sus jaulas a la vera de la ruta. “Quieren desprenderse de los animales, aparentemente ya no van a hacer más números con ellos, lo que no es criticable, pero no los deben abandonar a su suerte”, se ha comentado.

Ángel Méndez/Ciudad CCS

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