lunes, 22 de febrero de 2010

Electricidad y Oposición

Por: José Gregorio González Márquez

Para la miserable oposición venezolana es motivo de alegría la escasez de lluvia que se presenta en nuestro territorio. Poca vergüenza demuestra cuando opina y pretende achacarle la culpa del fenómeno natural, al gobierno del Presidente Hugo Chávez. El “niño” como se conoce al fenómeno, aparece cada determinado tiempo y afecta prácticamente al mundo entero. Aunado a esta situación, el deterioro que ha sufrido la naturaleza por la acción depredadora del hombre y el constante abuso a que se han sometido los recursos naturales, asaltan el equilibrio ecológico y por supuesto, alteran los sistemas hidrológicos del país.

Quienes adversan a la Revolución Bolivariana, ven en la situación especial que se vive en estos momentos, la posibilidad de armar nuevamente guarimbas y calentar las calles para crear descontento en la población. Asimismo, intentan forzar una matriz de opinión donde se acusa al gobierno de negligente y poco interesado en resolver la crisis eléctrica, negando las inversiones que desde el alto gobierno se hacen para evitar el colapso del sistema eléctrico nacional. La incorporación paulatina de centrales termoeléctricas y el programa de concientización y ahorro de la energía permitirá al país salir airoso de esta coyuntura.

Si la derecha venezolana amara a Venezuela tanto como pretende hacer verlo, uniera esfuerzos y se incorporara a la campaña de defensa de nuestros recursos. Usar como argumento de ataque la falta de inversión en el sector eléctrico en los últimos diez años, es reprochable. No olvidemos que la intencionalidad de la extrema derecha y de la oposición en general, es salir de Chávez de cualquier forma. La inquina y el odio que demuestran cada vez que ven una oportunidad para expresarse nos permite pensar que su leitmotiv está guiado por la su deseo de derrocar el gobierno legítimamente constituido.

Estamos convencidos que desde los partidos de derecha se hacen votos para que no se solucione el problema; poco les importa la suerte del colectivo venezolano. Para ellos, el lumpen, los desposeídos y el pueblo llano no son sujetos de conmiseración y menos dignos del respeto pues los consideran una carga para el manejo de sus intereses. La oposición filofascista no se detiene, usa cualquier excusa para provocar desestabilización y caos. El problema eléctrico no ha sido la excepción. Desde su seno lanzan serios ataques amparados en la mentira y la manipulación mediática para hacer creer al mundo que vivimos un estado de ingobernabilidad. Como revolucionarios y comprometidos con la patria de Bolívar estamos dispuestos a defender la soberanía y al gobierno. No daremos tregua a quienes intentan subvertir el orden constitucional.

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