Caracas, 26 Sep. AVN .- Una característica primordial del sistema comicial venezolano es su automatización. La plataforma tecnológica con la que cuenta el Consejo Nacional Electoral (CNE) es completamente auditable, lo que brinda total garantía de transparencia y seguridad en los resultados.
“Las 16 auditorías que se practican al sistema automatizado son las que justamente dan legitimidad y confianza, demostrando que nuestro sistema es invulnerable, a prueba de hackers e intrusos”, explicó José Daniel González director de Investigaciones del Instituto de Estudios Electorales del Consejo Nacional Electoral (CNE).
En nuestro país, el sistema electoral automatizado va más allá de la máquina o el software. Involucra la votación, escrutinio, totalización, adjudicación y difusión de resultados, para cualquier tipo de elecciones. Todos estos pasos del proceso son objeto de auditoría.
“Éste es un sistema transparente donde se respeta y cuida la voluntad del elector”, afirmó González.
Auditar el sistema automatizado de sufragio es un mandato legal, Afirmó González, quien consideró que es por este motivo que constituye uno de los principios que guía al sistema electoral.
Dentro de las auditorías que se realizan al sistema tenemos la del software con el que se eligen a los miembros de mesa y a las juntas regionales, en la que se demuestra primero, que en la base de datos sólo están los electores y segundo, que la selección es aleatoria y no determinada hacia ninguna tendencia política.
La auditoría del software de la máquina de votación, denominado Sistema Electrónico Automatizado Smartmatic (SAES por sus siglas en inglés), se efectúa para certificar el programa a través de la observación y revisión de la aplicación del código fuente y la firma electrónica, donde participan técnicos e ingenieros en informática y computación.
El director de Investigaciones del Instituto de Estudios Electorales del CNE explicó que con la revisión del código fuente (corazón de cualquier documento de informática, que dota de significado a cada una de las tareas que ese programa desarrolla), se garantiza el funcionamiento correcto de los mecanismos de protección del software original, ya que es allí donde se podrían efectuar las modificaciones para alterar un programa determinado.
“En términos generales, quienes participan en la auditoría verifican que la programación de la máquina de votación se corresponda con la función que debe cumplir en el momento en el que el ciudadano ejerza el voto, es decir, que las máquinas de votación reflejen la voluntad del elector. Todas las organizaciones con fines políticos participan en la validación de este software”, apuntó González.
Con la autorización del CNE la empresa Smartmatic permite que toda organización que lo solicite pueda realizar una auditoría al software de votación y lo pueda revisar en detalle.
Otro de los procedimientos de auditoría, que tiene que ver con la tecnología utilizada, es la del chequeo del hardware, es decir, la revisión física de la máquina de votación, esta consiste en desarmar y revisar los componentes electrónicos, tales como los tipos de memoria -la fija y la extraíble- y la tarjeta de red que se utiliza.
El mismo día de la votación se realiza la verificación ciudadana, que es la auditoría que hacen los electores a 53% de las máquinas de los centros electorales, allí es donde se comprueba que la información generada por el equipo en el acta final, antes de transmitir los votos, es la que realmente se encuentra en las urnas y en los cuadernos de votación.
Para González “ésta es quizás la auditoría más importante, porque es donde participan los ciudadanos, si bien en las otras siempre hay testigos nacionales e incluso, en algunas ocasiones, internacionales, el pueblo interviene es en esta última”.
Cada una de las máquinas está identificada, por estado, municipio, parroquia, centro de votación y mesa, lo que asegura que no se puedan cambiar o sustituir por otras.
Toda la infraestructura de comunicación entre las máquinas de votación, el viaje que hacen los datos al Centro Nacional de Totalización, y su final escrutinio, es auditado en presencia de muchos testigos.
Para resguardar la data generada en el proceso y protegerla de cualquier fallo se creó un centro espejo del Centro Nacional de Totalización, espacio donde llega toda la información y donde, a través de un software especializado, se suman los datos rápidamente.
Las auditorías que se aplican al sistema electoral venezolano constituyen un esfuerzo sistemático para blindar los resultados y su ejecución se encuentra incorporada en el cronograma del proceso electoral.
Estas auditorías abarcan: el Registro Electoral; cuadernos de votación; software de las máquinas de votación; plataforma tecnológica de transmisión y totalización; la producción y el software de las máquinas de votación y de las capta huellas; la tinta indeleble; así como la verificación de los resultados y otras que efectúa el Consejo Nacional Electoral en presencia de testigos de las organizaciones con fines políticos, técnicos externos y observadores nacionales e internacionales.
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