Una sociedad más consciente, sensible e inclusiva, donde no existan barreras ni discriminación, es el deseo que encabeza la carta al Niño Jesús de hombres y mujeres con discapacidad.
ABN (24 de diciembre de 2009)
Caracas,
Juan Carlos Mora, quien por encima de una limitación motora que le impide caminar labora en el Programa de Atención en Salud para las Personas con Discapacidad del Ministerio del Poder Popular para la Salud, dice que su mayor anhelo es que los venezolanos venzan las barreras actitudinales que reservan el tema de la discapacidad a unos pocos.
“Quisiera que la gente entendiera que no somos personas enfermas, sino con capacidades diferentes, lo cual es posible en una sociedad 100% humana, con diversidad de pensamiento, en la que nos ayudemos mutuamente sin distinción racial ni política”, expresa.
Incluye en su carta al Niño Jesús unión, progreso, paz y prosperidad, que el venezolano piense más en el prójimo y deje de lado los individualismos.
“Que nadie desaproveche esta oportunidad que se nos abrió desde hace 10 años, con la llegada de la Revolución Bolivariana, y que todos participen en la construcción de una sociedad más justa y accesible”, es otra petición de Juan Carlos.
En esa misma tónica escribe su carta José Antonio Sucre, quien preside la organización para el Desarrollo Integral de las Personas con Discapacidad.
Él no sólo pide por el sector que representa sino por la inclusión de todos los venezolanos, compartan o no la propuesta socialista.
“El Plan Nacional Simón Bolívar es un proyecto de país y, en consecuencia, es para todos, concierne a todos y cada quien debe asumirlo como propio”, dice.
También aspira a que los mecanismos jurídicos que protegen a las personas con discapacidad adquieran vigor y no queden en letra muerta, para lo cual llama a quienes integran este sector a ser partícipes y protagonistas de su propia historia.
“Que se fortalezcan los mecanismos de sensibilización hacia la sociedad, los cuales nos visibilizan, nos hacen un ciudadano más, nos incluyen”, señala.
José Antonio, quien trabaja incesante pese a una deficiencia visual, pide también al Niño Jesús la permanencia de las personas con discapacidad en los espacios conquistados y la posibilidad de arropar otros sectores, entre ellos, contar con un representante en la Asamblea Nacional, de cara a las elecciones parlamentarias del año entrante.
“Deseo que tengamos un representante con discapacidad que haga valer ese articulado jurídico que nos ampara, alguien que luche por nuestra integración social”.
Mayor acceso al sector educativo es la petición número uno de Lucía Pestana, quien trabaja por la inclusión de las personas con discapacidad en el sector universitario.
“Casas de estudio con más apertura, en las que se incorpore como eje transversal del currículo universitario el tema de la accesibilidad y el respeto a la diversidad, fundamental para formar profesionales que desde su área manejen el tema y lo asuman como algo colectivo, y no de un sector”, propone.
Entre sus deseos más específicos, Lucía solicita políticas más especificas para procurar espacios de inclusión para las personas sordas, uno de los grupos que tiene más dificultades para comunicarse.
“Quisiera que se afinara el tema de formación de intérpretes de lengua de señas venezolanas y la creación de cargos para que puedan ser contratados en las universidades, además de impulsar el desarrollo de estrategias para la enseñanza del español escrito para personas sordas en la educación superior”, dice.
Sostiene que urge la implementación de este método de enseñanza para que las personas con discapacidad auditiva puedan comunicarse en el ámbito universitario y ejercer su profesión.
Para los venezolanos y venezolanas en general, Lucía, quien tiene una dificultad visual, pide conciencia, sensibilidad y respeto a la dignidad de las personas con discapacidad.
“Que se reconozcan nuestras potencialidades y se entienda que el tema no pertenece un sector sino a todo un colectivo, el cual debe trabajar por una sociedad accesible para todos, justa e igualitaria”.
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