GIULIO SANTOSUOSSO
Lo que hemos vivido en los últimos días da de verdad ganas de llorar. ¿Es posible que a nadie se le ocurrió que había que informar con detalle a todo el mundo acerca del plan de ahorro de energía eléctrica? Yo, que sé leer bastante bien y que sé navegar por Internet bastante bien, no había logrado, hasta ayer en la noche, comprender cuál horario me tocaba.
Porque mirando el Plan de Ahorro Eléctrico descubrí que La Candelaria tiene seis zonas, pero están bien escondidas, porque no logré encontrarlas por ningún lado… Los vigilantes del edificio en donde vivo me daban uno, las personas en el ascensor me daban otro, etc. ¿No se les ocurrió a los funcionarios que hicieron el documento sobre el plan de Ahorro Eléctrico que en ese mismo plan tenían que especificar las zonas?
Uno de los grandes problemas, generador de miles de problemas que vivimos cotidianamente, es que parece que no se ha comprendido que un ministro debe ser un buen gerente. Por ejemplo, si quieren que un ministerio muera, nómbrenme a mi como ministro.
Quien me conoce, sabe muy bien que yo valgo cero como gerente. Y cuando el presidente nombra a fulanito como ministro, ¿no sería bueno que él se hiciera un examen de capacidad como gerente? ¿O el deseo de estatus lo ciega?
¿Cuántos votos nos costará la incompetencia manifestada por los redactores del Plan de Ahorro Eléctrico, por no haber puesto las zonas en ese plan? ¿Fue uno de los tantos boicot de los cuartos republicanos que llenan los ministerios? Creo que es un error suficiente para botar sin piedad a los redactores de los documentos. Por favor, Presidente, no bote solo al ministro, bote también a esos funcionarios.
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